Adam resucitado

Si esto es un hombre Por Déborah García

"Considerad si es una mujer
quien no tiene cabellos ni nombre
ni fuerzas para recordarlo"
Primo Levi, Si esto es un hombre

Adam resucitado se centra en contar la historia de Adam Stein (Jeff Goldblum), un hombre que a comienzos de los años sesenta arrastra un terrible trauma relacionado con su pasado. Jeff Goldblum representa el papel de un hombre que se dedica al mundo del espectáculo en el Berlín de entreguerras. Es un payaso, un ilusionista, un hombre de circo que realiza sus números junto con su esposa y sus hijas, hasta que en el trascurso de la Segunda Guerra Mundial es enviado a un campo de concentración. Allí separado de ellas, estará al servicio personal del Comandante Klein (Willem Dafoe), que le obligará a comportarse como un perro, haciéndole comer, caminar y ladrar como tal. Durante un año es la mascota del comandante, su animalito. El protagonista se convierte poco a poco en un hombre despojado de su identidad, un ser deshumanizado, reducido ya no solo a ser un número en el brazo, sino una bestia. Cuando la guerra llega a su fin, Adam se entera de que su hija mayor Ruth ha sobrevivido, se ha trasladado a Palestina  y está casada con un joven italiano. Cuando por fin decide reencontrarse con ella es demasiado tarde, su hija ha muerto. El protagonista inicia así su particular descenso a los abismos, desarrollando un complejo de culpa por haber sobrevivido al exterminio y por haber olvidado quién es realmente.

La película no se desarrolla cronológicamente, los primeros minutos del film nos presentan a Adam durante los años sesenta en la habitación de su pensión, recordando en blanco y negro que una vez tuvo una patria,” un sueño que le beso en alemán y le hablaba en alemán”. Inmediatamente después,  y tras haber agredido a su casera, Adam es trasladado al instituto Seizling, un centro en medio del desierto israelí, creado por una filántropa americana con novedosas técnicas para el tratamiento de traumas, y como hogar para los supervivientes de los campos nazis. Adam parece haber desarrollado algún tipo de trastorno psíquico que lo aleja de la realidad, y que le provoca raros ataques y enfermedades que tienen un origen totalmente psicosomático. Es ante todo un hombre fascinante, excesivo, sexual, pero insano.

En Adam resucitado se alternan escenas llenas de magnetismo, con otras que no están a la altura de la atmósfera esquizofrénica que Paul Schrader ha ido hilvanando.

La película de Paul Schrader se basa en la novela de Yoram Kaniuk, y aunque aborda temas bastante trillados como los campos de concentración, los traumas de aquellos que sobrevivieron, los problemas de identidad surgidos desde entonces, y falla, es interesante ver como el director afronta la relación entre Adam y David, el niño que se cree que es un perro. Y no solo por eso es sugestiva la película, al final Adam Resucitado nos revela la imposibilidad a la que se enfrenta el propio cine para contar la Historia. En primer lugar la relación entre Adam y el niño-perro representa la redención para el protagonista. David, camina, come, y se comporta como un animal, está fuera de sí, ha olvidado que es un ser humano. Adam se esfuerza por salvarle porque es la única manera en la que él podrá salvarse. Adam frente a su yo aproximándose al vacío, igual que Paul Schrader con su cine, casi llegando al punto de no retorno. Y en lo referente a la imposibilidad, Adam resucitado confirma que no existe la imagen que pueda decir el holocausto, al menos, ya no existe. En la película el holocausto es una implosión, se intuye en la locura de Jeff Goldblum, en su cuerpo sangrante, en el ladrido de una amante excitada, en la  mujer que sostiene el firmamento con su brazo marcado, y en la pregunta retórica lanzada contra cielo.

Adam resucitado de Paul Schrader es una película totalmente fragmentada, de todos los lugares o de ninguna parte. El relato no se adscribe a ningún lugar concreto, podría decirse incluso que la indefinición de la que hace gala el film en este aspecto, es uno de los puntos más importantes para entender que Adam Resucitado, pertenece a la mente de su protagonista más que a ningún otro lugar. Es desde ahí, desde donde accedemos al origen de su mal: al Berlín en blanco y negro, a esas imágenes donde Adam toca el violín  para los hombres, mujeres y niños que avanzan hacia las cámaras de gas, a ese cuerpo que se retuerce y contorsiona sobre la tierra de la tumba de su hija…Adam resucitado es el gesto de un director (y quizá esto sea lo más importante), que igual que su protagonista, se enfrenta a su propio cine/pasado preguntándose quién es y como ha llegado a ser el qué es. Y en este sentido, Adam resucitado es una película imperfecta, un relato irregular, y pese a todo ello, es totalmente reivindicable.

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