Carlos Ocho, director de Relación abierta
Por Jose Cabello
En la Sección de cortometrajes españoles, se presenta Relación Abierta, donde su director, Carlos Ocho, pretende hacernos reflexionar sobre la importancia de los pilares básicos de una pareja como son la comunicación y la confianza en el otro. Así, Relación Abierta, ahonda en problemas estructurales de una pareja homosexual que de repente se plantean la posibilidad de contemplar una apertura sexual de su relación.
En el marco de la última edición del LesGaiCineMad tuvimos el placer de tener una charla con Carlos y profundizar con él en Relación Abierta.
Cuéntame cómo nace la idea de llevar a cabo el cortometraje Relación abierta
Me llevaba rondando por la cabeza bastante tiempo, ya que, desde mi punto de vista, el tema de las relaciones abiertas es algo que cada vez más latente en la sociedad, y concretamente en el mundo homosexual. Durante tres años estuve preguntando a diferentes parejas, con cuestiones muy concretas, y me he encontrado con muchos casos que me parecían muy particulares, casi de comedia. Tuve tantos datos recopilados que pensé que debería convertirlos en un cortometraje. Luego dudé si realizar varios cortos de pequeña duración, con cuatro o cinco historias breves, o juntarlos todos en uno.
Estando en Turín, presentando mi antiguo corto, me vino la inspiración y ahí mismo, en una terraza, cogí papel y boli; vi claro que realmente quería contarlo todo en una sola historia, quería que fuese una sola pareja para dar más énfasis a la relación y tenía que ser un guión que estableciera todo esto. Al llegar a Barcelona ya lo escribí todo del tirón.
La intención de hacer el cortometraje, que creo que es lo más importante de Relación abierta, es plasmar la idea de la comunicación en las relaciones de pareja, algo que brilla por su ausencia.
Sí, justo creo que el cortometraje es una excusa para hablar de la comunicación en pareja, pero también considero que va más allá. El tema de las relaciones abiertas, quizás cada vez está más reflejado en el cine, aunque sigue siendo tabú ¿de dónde viene tu interés por esto?
Mi padre me advirtió de que él no sabría si el tema llegaría al público general, yo le dije que creía que sí, porque es algo que está pasando, una realidad social. El cine que yo hago no es un cine puramente para entretener, quiero entretener, claro está, pero también quiero, por encima de eso, generar conciencia desde lo cotidiano. Para ello era fundamental dibujar a una pareja estable, y de golpe, un día cualquiera, un miembro de la pareja plantea al otro un cambio en la relación.
Al hilo de lo que me estás contando, sobre la cotidianidad, ¿crees que refleja la realidad el personaje del chico que primero propone la apertura de la relación y después, tras el refuerzo positivo de su pareja, comienza a ser el que duda?
Mi objetivo era crear dos personajes muy diferentes, uno muy pasional, muy vivo, enérgico, y el otro, más recto, más mental, pausado. Era un emocional proponiéndole un cambio en la pareja a un mental. Al principio el mental se descuaja, pero luego contraataca con un plan maquinado provocando así un giro. Llevan cinco años juntos, entonces, parto de la base de que se conocen muy bien y el personaje mental sabía cómo provocar esa situación.
Si abordas con muchas preguntas a una persona pasional, puedes llegarlo a desmontar, ése es el juego del cortometraje. Primero viene la emoción, luego se encuentra con la razón, la razón entra en juego y quiere poner todas las cartas sobre la mesa, y ahí es donde entra la comunicación.
El hecho final de que el personaje vuelva a pensar si realmente quiere eso, es porque también hay muchos casos de personas que prefieren vivir en la ignorancia a profundizar en algo, volvemos otra vez al tema de la comunicación.
¿Consideras que el futuro de las relaciones sentimentales pasa por una relación abierta?
Opino, y quizás por eso quiero poner conciencia en el cortometraje, que por esta sociedad rápida en la que vivimos, yo le llamo el fast food generation, cada vez tenemos más relaciones líquidas, es decir, que se evaporan con mucha facilidad por el hecho de no profundizar en la pareja.
En concreto, en Relación abierta, si uno de los personajes cree que el sexo está siendo aburrido con su pareja, podría hablarlo para afrontarlo de otra manera más creativa sin necesidad de buscar fuera de la pareja, si tienes que probar con algo de fuera, también se podría introducir dentro. Independientemente, la velocidad que tenemos, con la gran cantidad de aplicaciones para conocer gente (heterosexuales y homosexuales), determina cuánto tiempo dedicamos a profundizar en la relación de pareja y cuánto me interesa profundizar o, por el contrario, tener una relación líquida porque decido, voluntariamente o no, que no me interesa conocer más al otro o más a mí mismo.
También me interesaba reflejar las consecuencias que tiene sobre la pareja abrirse sexualmente, pues afecta a dos y entran en juego reglas, emociones y muchas más variables.
¿Cómo es el proceso desde que surge la idea del corto hasta la postproducción?
Es el cortometraje más grande, en cuanto a equipo técnico, de los que he llevado a cabo hasta ahora. El equipo ha ido creciendo progresivamente. Al ir enseñando el guión, cada vez se sumaba más gente, ha habido una respuesta muy positiva.
Luego estuvimos buscando piso, queríamos intentar hacernos con el típico piso de Barcelona, queríamos dejar claro que estábamos en Barcelona, de ahí las fotos de la Torre Agbar, por ejemplo. Tuvimos la suerte de rodar con Red One y obtuvimos una calidad de la que estoy encantado.
Lo rodamos todo en un día y hubo muchísima preparación, como siete u ocho quedadas para preparar los personajes de los actores, ya que el corto se sostiene por los diálogos, así que les contaba todos los datos que yo había recopilado de las parejas. También intenté dar un toque cómico, quería insertar pequeños gags, algunos más evidentes y otros desde la sutileza, para provocar una media sonrisa en la cara.
La postproducción fue mucho más dura, tenía un auto deadline de tres semanas porque quería formar parte del Festival Internacional de Cine Gay y Lésbico de Barcelona.
Además de seguir moviendo el cortometraje Relación Abierta, ¿qué otros proyectos contemplas en un futuro?
El corto acaba de comenzar su andadura. Estamos y vamos a estar por Barcelona, Madrid, Extremadura, Indianápolis, Chicago, Brasil, Perú, Ecuador y Rumanía, en este último país, estoy muy orgulloso de su selección por los valores que intenta difundir el único festival de esta temática en el país. También sigo esperando respuesta de muchos otros festivales.
Me gustaría mucho que me volviesen a seleccionar en Turín, me encantó formar parte del festival el año pasado. Pero remarco que no solo quiero estar en festivales de temática LGTB, quiero que esto llegue a todo el mundo porque no sé hasta qué punto los jurados están abiertos a algo así.
Quiero hacer algo, pero en este caso no de temática LGTB. Me vuelvo a cambiar de género, ya primero hice Mi Realidad, que fue un dramón, luego la comedia con Relación Abierta, y ahora paso a una mezcla entre American Psycho y el documental Tú puedes sanar tu vida, así que contendrá mucha espiritualidad, y conciencia, pero también mucha sangre.