Richard Linklater
Fraguado desde el cine independiente norteamericano de los años 90, combina con sabia maestría un cine de carácter más autoral y europeísta con otro de voluntad más comercial (con especial énfasis en la comedia), sin que se resienta en ningún momento su personalidad artística, tal como sucede con Steven Soderbergh, otro compañero brillante de su generación. Así, hoy en día, estamos ante uno de los directores norteamericanos en activo más interesantes.
