El decálogo de Hayao Miyazaki

Maestro de la maravilla Por Roger Gonzàlez i Mercader

Hecho por fin el silencio, con fantástica mirada,
van tras la niña soñada a una tierra sin igual:
Pais de las Maravillas,
donde aves y bestias parlan y con ella alegres charlan...
Casi creen que es verdad.
Lewis Carroll. Alicia en el País de las Maravillas

Director japonés de actividad incansable, co-fundador de los prestigiosos estudios Ghibli, actualmente una de las productoras de animación más importantes del mundo, y padre de personajes como Chihiro, La princesa Mononoke, Totoro o Porco Rosso. Hablamos del maestro Hayao Miyazaki. Pero, ¿cual es su estilo? ¿Qué tienen sus films que atrapan a niños y mayores, a otakus infatigables y a público lego en general? ¿Qué ha hecho que sea inspiracióny admiración de directores como John Lasseter,  Guillermo del Toro o Akira Kurosawa 1 y un autor mutipremiado 2 fuera de su isla natal?

Aprovechando su reciente retirada 3, intentemos desglosar, a modo de decálogo, algunos de los elementos formales, temáticos y estéticos de uno de los directores más importantes no sólo del mundo de la animación (del que ha sido, sin duda, revolucionario) si no del arte cinematográfico en mayúsculas.

1. Perfeccionismo estético

Aunque probablemente desde el impacto de Akira (Katsuhiro Otomo, 1988) el anime japonés nos tiene acostumbrado a una gran calidad artística, no deja de sorprender en los films de Miyazaki la delicadeza y la calidad del dibujo, una mezcla de estilos y temáticas entre el shojo 4 (en sus silencios, sus dramas o sus cuidados diseños de vestuario y decorados) el shonen 5 (sobre todo en sus trepidantes escenas de acción) el kodomo 6 (esencialmente presente en los rostros de los personajes ) e incluso el mecha 7 (el diseño de la tecnología en Miyazaki es de un detallismo apabullante). Hayao Miyazaki ha forjado su estilo recibiendo múltiples influencias; una de las más importantes es Osamu Tezuka, padre del manga moderno, del que se declara ferviente admirador (especialmente des de que vio la serie Kimba, el león blanco –Jungle Taitei, Eichi Yamamoto, 1965- basada en una obra de Tezuka y primer anime en color de la historia). Pero la influencia más determinante para el director japonés ha sido la de Isao Takahata, amigo y mentor con el que fundó los estudios Ghibli. Miyazaki conoció a Takahata en la Toei Animation (cuna de Mazinger Z –Majinga Zetto, Tomoharu Katsumata 1972-, Dragon Ball – Doragon Boru, Akira Toriyama 1986- u One Piece –Wan Pisu, Eiichiro Oda, 1999- entre otras) donde trabajó como intercalador. Más tarde entrará en Zuiyo Enterprise donde colaborará en series míticas (junto a Takahata) como Heidi (Alps no shojo Heidi, Isao Takahata 1974) o Marco, de los Apeninos a los Andes (Haha wo Tazunete Sanzenri, Isao Takahata 1976) y acabará dirigiendo series como Conan, el niño del futuro (Mirai Shonen Konan, 1978) o Sherlock Holmes (Mitantei Holmes, 1984), ambas ya con elementos muy propios del director (protagonistas niños, discurso ecologista en el caso de Conan o escenas de acción trepidantes, gusto por la maquinaria antigua y admiración por entornos europeos en el caso de Sherlock Holmes). Finalmente Hayao Miyazaki realizará en 1979 Lupin III en el castillo de Cogliostro (Rupan sansei: Karioasutoro no shiro) su primer largometraje. Pero realmente será con Nausicaä del valle de viento (Kaze no Tani no Nausihika, 1984), film basado en el manga homónimo que hizo Miyazaki dos años antes, y considerado el primer film de los estudios Ghibli 8, donde el director japonés asentará definitivamente su estilo siempre acompañado en la producción por su fiel amigo Takahata.

1984 Kaze no tani no Naushika - Nausicaa del Valle del Viento - Guerreros del viento Hayao Miyazaki

 Nausicaä del valle de viento

2. Multigenérico.

Una de las cosas que más sorprende de la filmografía de Hayao Miyazaki se produce al intentar catalogar sus películas por géneros y darse cuenta de que el autor no se encasilla fácilmente. De aventuras de acción épicas como El castillo en el cielo (Tenkû no Shiro Rapyuta, 1986), a ciencia ficción post-apocalíptica con Nausicaä del valle del viento, pasando por aventuras fantásticas iniciáticas (El viaje de ChihiroSent to Chihiro no kamikakushi, 2001-), drama histórico (Se levanta el viento Kaze tachinu, 2013-) e incluso el fantasy épico-medieval de La princesa Mononoke (Mononoke Hime, 1997) hasta films tan inclasificables (¿drama histórico? ¿comedia?) como Porco Rosso (Kurenai no Buta, 1992) o el minimalista drama fantasy-intimista (por intentar clasificarlo de alguna manera) que es Mi vecino Totoro (Tonari no Totoro, 1988). Como ven el director japonés no le teme a variar de género, y lo más sorprendente es que lo hará sin traicionar su estilo.

A pesar de este multi-camaleonismo genérico, veremos que en Hayao Miyazaki casi siempre encontramos dos elementos clave: el drama, para dar fuerza emotiva a la historia y a los personajes, y los elementos fantásticos (mágicos, mitológicos o de ciencia ficción) que hacen de los films de Miyazaki mundos donde se desborda la imaginación y el sentido de la maravilla. Ejemplos de drama lo encontramos en la desaparición de May en Mi vecino Totoro, la depresión de Nicky (Nicky, la aprendiz de brujaMajo no takkyûbin, 1989-), o la melancolía en Porco Rosso. Y ejemplos fantásticos encontramos desde los múltiples espíritus de El viaje de Chihiro, al bestiario de La princesa Mononoke pasando por la magia de Howl en El castillo ambulante (Hauru no Ugoku Shiro, 2004). Pero a pesar del alarde imaginativo que siempre destaca en sus films, el autor ha demostrado que no depende exclusivamente de su enorme bagaje “fantasy”, apostando por films totalmente realistas como Se levanta el viento, o películas como Porco Rosso o Nicky la aprendiz de bruja, dónde el elemento fantástico está muy poco explotado. 9

Hayao Miyazaki demuestra así que la desbordante fantasía no es el eje central de sus films, sino elementos al servicio de la historia y sus personajes, de las emociones al fin y al cabo.Además, todos estos elementos fantástico-dramáticos están a menudo salpicados con momentos cómicos, a menudo a cargo de personajes al uso, como el fuego quejica de El castillo Ambulante o los piratas en Porco Rosso. Éste estilo de secundario cómico puede recordar a Disney, pero en Miyazaki parece más una búsqueda de contraste emocional que no una búsqueda estratégica del target infantil (que es lo que a menudo parece hacer la productora norteamericana)

Porco Rosso Hayao Miyazaki

Porco Rosso

3. Emociones y personajes complejos

A menudo a Miyazaki se le ha llamado “el Disney Oriental” o “Disney japonés”. Quizá es una comparación válida si tenemos en cuenta ese perfeccionismo estético que tanto Miyazaki como Walt Disney (pionero, sin duda, en el campo de la animación) siempre persiguieron. Pero si nos centramos en su temática, sus personajes o las emociones que transmiten veremos muchas diferencias. Una de ellas es el tratamiento del “romance” 10. En las producciones Disney es casi obligada una clásica (por no decir conservadora) relación chico-chica que, aunque ha evolucionado en el tiempo, siempre ha estado ahí, terminando en muchos casos en boda (des de las clásicas Blancanieves o Cenicienta a las más modernas Tiana o Rapunzel al final siempre encontramos el inevitable enlace) 11. Cierto es que en Disney hay espacio para otras emociones, pero casi siempre la relación romántica está en la base de sus guiones, mostrándose así la más ejemplar heredera del musical clásico norteamericano (un género que Disney relanzó con éxito en los 90 12) e incluso de la comedia screwball de los años 30 y 40 de Hollywood 13, ambos géneros relacionados con las relaciones de pareja en clave cómica como eje central de sus films.

A Hayao Miyazaki le interesan más otras emociones. Aunque la experiencia romántica pueda existir, esta es o sutil (Niki y Tombo en Nicky la aprendiz de bruja o Ponyo y Sosuke en Ponyo en el acantilado Gake no Ue no Ponyo, 2008) o compleja (Ashitaka y San en La princesa Mononoke o Sophie y Howl en El castillo ambulante) y por supuesto nunca hay boda, de hecho prácticamente ni siquiera un beso o una consumación simbólica de ese amor. Miyazaki profundiza más en la amistad, la compasión y el respeto, así como en la relación adulto-niño, como el alegre padre de Mei y Tsatsuke de Mi vecino Totoro o la estresada madre de Sosuke en Ponyo en el acantilado, relaciones que rezuman autenticidad y cariño.

Es esta gama emocional la que realmente ha atraído a directores como John Lassetter, cuyos films de Pixar huyen de la perspectiva romántica de Disney para, desde la comedia, internarse en emociones igualmente profundas. El hecho, además, de que muchos de sus protagonistas sean niños (que sienten el amor de una forma muy inocente) o personajes femeninos (que huirán de esta percepción romántica Disney tan masculina) fortalecerá esta huida del romanticismo en Miyazaki. Pero el amor existe, por supuesto, y tiene dos especialmente intensos, el amor a la naturaleza y a la paz.

2008 Gake no ue no Ponyo - Ponyo en el acantilado Hayo Miyazaki

Ponyo en el acantilado

4. Pacifismo

Hayao Miyazaki vivió muy de cerca las consecuencias de la 2ª Guerra Mundial (nace en 1941, cuatro años antes que el final de la guerra) y es hijo de una generación de japoneses criados a la sombra de Hiroshima y Nagasaki. En los films de Hayao Miyazaki, pues, hay acción, a veces violencia, pero nunca se justifica el hecho de matar a alguien, mostrando una aversión a todo conflicto bélico. Los casos de Nausicaä en el valle del viento y La princesa Mononoke son paradigmáticos (el héroe/heroína hace lo posible para evitar la confrontación y buscar el entendimiento entre las partes) pero mas allá de estos (que representaría los héroes mas “puros” 14 de Miyazaki) hay otro protagonistas que también repudian el belicismo de forma explícita, como el mago Howl o Porco Rosso. Todos ellos sufren, todos ellos luchan, pero todos ellos aborrecen la violencia. También resuena el mensaje pacifista en los ecos post-apocalípticos de Nausicaä del Valle de viento o en la isla devastada de Laputa en El castillo en el cielo: las guerras solo traen desolación y el héroe tratará de evitarlas de nuevo (hay que recordar, además, que una de sus primeras producciones es la serie Conan, el niño del futuro, también de ambientación post-apocalíptica). Las reverberaciones mesiánicas del sacrificio (en el sentido del mensaje pacifista cristiano o incluso budista) resuenan en la actitud de sus héroes, pero nunca incluyen el supremo sacrificio bíblico de la muerte. Los héroes de Miyazaki no necesitan morir para dar fuerza a su mensaje.

 El castillo en el cielo Hayao Miyazaki

El castillo en el cielo

5. Ecología

Junto a pacifismo, el mensaje ecologista de Miyazaki es también muy potente. En algunos casos es explicito: en la mencionada La princesa Mononoke la única solución es entender que solo habrá un futuro si la tecnología humana (representada por Lady Ebosi y sus trabajadores) respeta la naturaleza (representada por San y los animales). En Nausicaä del valle del viento el mensaje es parecido: los seres humanos han de entender y respetar a los insectos no solo para parar la guerra, sino también para que ambas especies prosperen. Pero mas allá del mensaje explicito, en la obra de Miyazaki hay momentos en que la naturaleza deviene un espacio contemplativo, un momento de paz y trascendencia tanto para el héroe como para el espectador. El bosque sagrado de La princesa Mononoke, el submundo orgánico dónde investiga Nausicaä, la explosión de vida marina que provocará Ponyo o el bosque maravilloso donde vive Totoro. Son secuencias donde la naturaleza no es solo un decorado, sino que deviene un personaje que conecta de forma directa con una profunda espiritualidad. De hecho la naturaleza como espacio casi siempre tendrá un representante físico: el espíritu del bosque, los insectos, la madre de Ponyo o el entrañable Totoro 15. Todos ellos personajes positivos y mágicos, que refuerzan el amor a la naturaleza de Hayao Miyazaki.

La princesa Mononoke Hayao Miyazaki

La princesa Mononoke

6. Ritmo

Otra de las características del director japonés es el tratamiento del ritmo. Al fuerte contraste existente entre secuencias tranquilas, lentas, de suaves panorámicas y planos generales con otras secuencias de enorme velocidad y acción trepidante montadas a ritmo frenético y múltiples planos.

Las escenas contemplativas se vinculan especialmente con la naturaleza, ya sean los bosques mágicos de La princesa Mononoke o Mi vecino Totoro, o el mar lleno de vida de Ponyo en el acantilado, son momentos en los que Miyazaki parece buscar la espiritualidad serena que reside en la Madre Naturaleza (por cierto, personaje femenino por excelencia, como veremos otro elemento clave en Miyazaki). Algunas de estas pausas también sirven al director para mostrar el espacio, el «mu», un concepto budista apreciado también por otro director japonés, Yasujiro Ozu 16, que hace referencia al espacio vacío que a la vez está lleno de contenido, con vida propia. Un “mu” que respiran tanto las habitaciones vacías de Cuentos de Tokio (Tokyo Monogatari, 1953) como las estancias del balneario de El viaje de Chihiro o la civilización devastada e invadida por la naturaleza de El castillo en el cielo. Son pausas contemplativas, a veces difíciles de entender para el espectador occidental, que contrastan enormemente con (ahora sí, las más accesibles) escenas de persecuciones, rescates o batallas rodadas a un ritmo frenético y con una planificación de montaje milimetrada 17 . Desde las batallas épicas de La princesa Mononoke o Nausicaä del Valle del Viento, a las luchas aéreas de Porco Rosso o El castillo Ambulante e incluso la carrera contra el océano de la madre de Sosuke en Ponyo en el Acantilado, por poner algunos ejemplos. El contraste entre estos dos tipos de secuencias dan a los films de Miyazaki una textura de ritmo profunda y poderosa, una especie de ying-yang harmónico que tendrá un gran refuerzo en la maravillosa música de Joe Hisaisho 18, inseparable del director japonés ya desde Nausicaä del valle del viento. Un compositor capaz de combinar fuerza y contundencia instrumental con dulces melodías y canciones, ajustándose perfectamente a los requisitos emocionales, variado y ricos, demandados por Miyazaki.

 El viaje de Chihiro Hayao Miyazaki

El viaje de Chihiro

7. Personajes femeninos

El universo de Hayao Miyazaki está poblado de personajes femeninos, sin duda los más relevantes en sus películas. En las biografías del director siempre se destaca la admiración que este tenía por su madre, una mujer de carácter, trabajadora y enérgica, unas características que Hayao Miyazaki suele proyectar en sus personajes femeninos. Muchos de los films del director están protagonizados por chicas valientes, listas y resolutivas que además sufrirán una fuerte maduración personal en el transcurso de sus aventuras. Nausicaä del valle del viento es el ejemplo más evidente y el que marcará la pauta del autor; le seguirán las hermanas Mei y Tatsuki de Mi vecino Totoro, la bruja Nicky, la valiente Chihiro o Sophie de El castillo ambulante.

Pero no sólo las protagonistas tienen fuerza y carácter porque, aunque el film este protagonizado por un chico, este a menudo estará acompañado por uno o varios personajes femeninos destacables. Los ejemplos más evidentes son el de San y Lady Ebosi, en La princesa Mononoke, ambas las poderosas antítesis que deberá unir y pacificar el príncipe protagonista de la historia. En Porco Rosso destaca Fio, el personaje de una chica joven experta en mecánica de aviones, o en Ponyo en el acantilado el personaje de Ponyo, la simpática niña/pez que como personaje resulta más atractiva incluso que el niño protagonista. No quiero insistir demasiado en Disney, pero no puedo evitar comparar los personajes femeninos de ambas casas, pues aunque la famosa productora norteamericana ha sabido modernizar a sus personajes femeninos (y de Blancanieves a Rapunzel hay una distancia de más de 70 años de emancipación, evolución y revolución en el rol de la mujer) las chicas Disney muy a menudo parecen dependientes o como mínimo muy pendientes de sus compañeros masculinos, por no hablar del sinfín de momentos “screwball” donde la comedia romántica no hace sino perpetuar de forma conservadora los roles sexuales (aunque ellas trabajen o sean tan valientes -o más- que ellos). Miyazaki, como he comentado, huye del romanticismo facilón, reforzando valores como la amistad o el respeto, y permitiendo así que sus personajes femeninos sean complejos y atractivos, así como más independientes de los personajes masculinos.

 chicas hayao miyazaki

8. Ausencia de malvados

Otra de las opciones narrativas y de personajes más sorprendentes de Hayao Miyazaki está en el papel de los villanos. He aquí otra característica de Miyazaki que choca frontalmente con Disney 19. La productora norteamericana apuesta en su formato clásico que, insisto, perpetúa aun hoy en muchos de sus filmes animados, por un maniqueísmo bien/mal heredado, todo hay que decirlo, de los cuentos de hadas en los que a menudo se inspira. Desde la madrastra de Blancanieves a la madrastra de Rapunzel poco ha cambiado. El malo es malo, de hecho representa “el mal” la antítesis del héroe, el cual debe ser destruido (nótese que casi todos los malvados Disney acaban muertos). En los films del japonés destaca una vez más la complejidad, unida a la ausencia del binomio maniqueo bien/mal. Por un lado, algunos de sus films no tienen ni siquiera antagonista 20 como por ejemplo en Mi vecino Totoro o Nicky la aprendiza de Bruja. Otros films tienen antagonistas, pero no son malvados ni los mueven motivaciones malignas, como por ejemplo el padre de Ponyo (que en el fondo solo busca el bienestar de su hija) o el aviador Donald Curtis (que solo busca competir con Porco Rosso para ver quién es el mejor). Pero lo más destacado en Hayao Miyazaki es el acto de redención del (aparente) malvado gracias a los actos del protagonista. Es el caso del espíritu Sin Cara en El viaje de Chihiro o la Bruja del páramo en El castillo ambulante. Miyazaki utiliza la mirada y las acciones de sus protagonistas para, ante los ojos del espectador, transformar a los antagonistas en seres vulnerables, a menudo ridículos, pero siempre mostrando hacia ellos un profundo cariño. A veces esta transformación requerirá, como he comentado, un acto de sacrificio del protagonista (como Ashitaka o Nausicaä) mostrando que el dialogo, el respeto y la paz son el único camino posible, no la muerte y destrucción de el “mal” 21 .

un malvado rehabilitado hayao miyazaki

El viaje de Chihiro

9. Admiración por Europa

Aunque ciertos aspectos del ritmo y algunos paisajes o personajes muy típicamente japoneses nos pueden crear distanciamiento a los espectadores occidentales (o, al revés, cierta atracción por lo exótico) Miyazaki nos lo pone ciertamente fácil con otra de sus características: su pasión por Europa. Una admiración que se plasma sobretodo de dos maneras, en la estética visual y en las referencias narrativas. Visualmente los films del japonés están repletos de paisajes europeos y arquitectura de pueblos y ciudades de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Muchos son lugares indeterminados, como Niky la aprendiz de bruja o El castillo ambulante, y otras muy concretos, como pueblos del Adriático y la ciudad de Milán en Porco Rosso. En este aspecto se nota la experiencia de Miyazaki en series como Heidi, Marco: De los Apeninos a los Andes o Sherlock Holmes, en las que se empapó de decorados y diseños europeos. También en su primer film Lupin III El castillo de Cogliosotro, Miyazaki ofrece una mezcla de paisajes europeos Alpinos (Suiza, Austria etc.). Pero aparte de una fuerte ambientación europea, Miyazaki también hace suyos mitos, personajes y narrativas occidentales, por ejemplo Ponyo en el Acantilado es una especie de cuento de la Sirenita ambientado en el Japón moderno, El castillo ambulante está basado en la novela británica de Diane Wynne, El castillo en el cielo da referencias directas a la isla de Laputa de Los Viajes de Guilliver (Gulliver’s Travels, Jhonathan Swift, 1726), por no hablar de las referencias a Alicia en el país de las Maravillas (Alice in Wonderland, Lewis Carroll, 1865) tanto narrativas en El viaje de Chihiro 22 como visuales en Mi vecino Totoro (me refiero especialmente al simpático Gatobus).

Mi vecino Totoro Hayao Miyazaki

Mi vecino Totoro

10. Volar.

Para finalizar el decálogo de Hayao Miyazaki hay que comentar una de las obsesiones que encontraremos en muchos de sus films: el vuelo. No sólo el aire y el cielo, sino la misma acción de volar, la velocidad, la libertad al surcar las nubes, la tecnología vinculada al vuelo. Esta afición por volar le viene dada a Miyazaki a raíz de su padre, que fabricaba timones para aviones de guerra. Así el pequeño Hayao creció rodeado de dibujos y diseños aeronáuticos, que después plasmará con detalle en multitud de tecnología vinculada al vuelo: desde los aviones clásicos de Porco Rosso, a las aeronaves de ciencia ficción de El castillo ambulante o El castillo en el cielo, hasta la más evidente muestra de este amor al vuelo que es Se levanta el viento, su última obra hasta la fecha protagonizada por un diseñador de aviones. E incluso sin grandes aeronaves ni aviones reales, Miyazaki siempre tiene momentos para surcar los aires, como Niky en su escoba, Chihiro a lomos de un dragón blanco o la chica-ángel rescatada en el curioso videoclip On your Mark (1995). Escenas que tanto pueden ser de acción y batallas aéreas, como de serenidad contemplativa y puestas de sol, momentos en que la tecnología del vuelo o seres voladores se unen de forma perfecta con la naturaleza, el aire y el cielo. Nunca ha resonado con más fuerza la frase “dejar volar la imaginación”.

  1.  John Lasseter dijo en un entrevista “En Pixar cuando tenemos un problema y parece que no podemos resolverlo vemos una de las peliculas del Sr. Miyazaki (…) y siempre funciona!” Del Toro se declara “un absoluto adicto a qualquier pelicula de Miyazaki” y Kurosawa incluia a Mi vecino Totoro en su lista de 100 peliculas imprescindibles de la historia.
  2.  El viaje de Chihiro ganó el Oso de Oro y el Oscar en 2002 en la categoría de mejor película. El castillo ambulante fue nominada al Oscar a mejor película de animación en 2005.
  3. El director anunció su retirada en la presentación de su último film Se levanta el viento.
  4.  Manga dirigido a chicas.
  5.  Manga dirigido a chicos.
  6.  Manga dirigido a niños.
  7.  Manga de temáticas robóticas y cyberpunks.
  8.  El catalogo Ghibli lo incluye como su primer film, pero realmente es una producción del estudio Topcraft. Los estudios Ghibli se fundaron un año después de que estuviese terminado el film, pero tanto Miyazaki como Takahata siguieron implicados en el proyecto, y al ser Nausicaä del Valle del Viento básica para la futura fundacion de los estudios Ghibli, ambos la consideran su primer film Ghibli.
  9.  El hechizo que convierte en cerdo a Porco Rosso es apenas mencionado, y Nicky sólo demuestra que es bruja por que vuela y habla con su gato, sin potenciar otras magias ni conjuros.
  10.  También conocido como “comedia romántica” o género “romántico”.
  11.  Aunque hay excepciones. Una de las recientes es Brave (Mark Andrews, Brenda Chapman, 2012) de Pixar, que no solo no termina en boda sino que, de hecho, la protagonista impide que la casen (¿tendrá algo que ver que el film sea codirigido por una mujer?)
  12.  Con La Bella y la Bestia (Beauty and the Beast, Gary Tousdale, Kirk Wise, 1991), Aladdin (Jhon Musker, Ro Clements, 1992) o El rey león (The Lion King. Rob Minkoff, Roger Allers, 1994), por ejemplo, todas ellas musicales dramático-cómicos muy al estilo del musical clásico norteamericano –o comedia musical americana- que vivió su auge entre los años 30 y los 50.
  13.  Dos ejemplos canónicos pueden ser La fiera de mi niña (Bringing up Baby, Howard Hawks, 1938) o La Costilla de Adán (Adam’s Rib, George Cuckor,1949)
  14.  Entiendo aquí “puros” como los heroes míticos mesiánico-transformativos de tantas mitologías y religiones.
  15. De hecho, es ya toda una carta de presentación que Totoro sea el logo de los estudios Ghibli, no sólo por el éxito que supuso la cinta, sino también por la importancia que da Miyazaki a los valores que representa este personaje (ecología, maravilla, paz, etc.)
  16.  El vacío (“mu”) es un concepto tan apreciado por Ozu que aparece en la tumba del director japonés.
  17.  Se dice que Spielberg en su momento quedó admirado por algunas secuencias de acción de Lupin III y que incluso le sirvieron de inspiración para el film En busca del Arca perdida (Indiana Jones: Raiders of the Lost Ark, 1981)
  18. De nombre real Momoru Fujisawa (lo de Joe Hishaho parece ser una derivación de su primer seudónimo: ¡Quincy jones!)
  19. Aunque el artículo está cerca de parecer un Miyazaki vs. Disney, no puedo más que comentarlo pues la comparación me parece ilustrativa.
  20.  ¿Una aventura animada sin un antagonista?, he ahí otra muestra de maestría de Miyazaki.
  21.  Evidentemente que hay excepciones, por ejemplo Muska, de El castillo en el cielo, un malo muy al estilo Disney (con muerte final incluida), pero es la excepción en la filmografía del director japonés.
  22.  Para esta aproximación os remito al excelente artículo de Jordi Costa aparecido en Fotogramas
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Comentarios sobre este artículo

  1. roger gonzàlez dice:

    Corrijo un par de errores en nombres (escribir japonés no permite distracciones!)
    El compositor de Miyazaki es JOE HISAISHI (no Hisaisho)
    La hermana de Mei de Mi vecino Totoro es TSATSUKI (y no Sasuki) que de hecho es la forma antigua de nombrar el mes de mayo en Japonés (notése que así se entiende el juego de nombres de Tsatsuki con su hermana Mei -May=mayo en inglés)
    Gràcias al compañero y especialista en ciné japonés Jose Montaño por percatarse de estos errores y los comentarios añadidos! Arigato!

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