El fraude y Bestias del sur salvaje

Por Déborah García

El fraude (Arbitrage) fue la película encargada de abrir la 60ª Edición del Festival de Cine de San Sebastián y, sinceramente, esperaba más de una película inaugural. El fraude (Arbitrage) no era simplemente la película que abría la edición de este año, también era la película con la que yo estrenaba mi vida festivalera. Y tengo que reconocer que, tan pronto abandoné la sala, decidí olvidarla. Sin ser una mala película, el primer trabajo de Nicolas Jarecki parece ofrecer al espectador mucho menos de lo que finalmente da.

El filme comienza retratando el ambiente lujoso y excesivo de las altas esferas de Nueva York, centrándose en la figura de Robert Miller (Richard Gere), un padre de familia con gran éxito en los negocios que acaba de ser portada de Forbes, y que aparentemente tiene una vida envidiable junto a su preciosa mujer Elen (Susan Sarandon), sus hijos y nietos. Sin embargo, esa vida ideal pronto comienza a desmoronarse. Robert tiene una relación con Julie Cote (Laetitia Casta), una atractiva francesa que dirige una galería de arte y que lo presiona para que pasen más tiempo juntos. Una noche, el coche en el que viajan se estrella y Julie muere. Robert decide entonces abandonar la escena temiendo las terribles consecuencias familiares, laborales y de imagen a las que se vería sometido si se supiese la verdad. No obstante, el detective Michael Bryer (Tim Roth), que investiga el caso, averigua casi de inmediato que el personaje interpretado por Richard Gere era el acompañante que se dio a la fuga aquella noche. A partir de este momento, comienza una especie de caza del hombre, la policía lo persigue y su hija también, porque empieza a sospechar que su padre ha cometido un fraude con el dinero de la empresa.

La película, que podría ganar a partir de este momento un ritmo trepidante, se queda en eso, en un posible. La interpretación de Richard Gere es simplemente correcta. El director no ahonda en el carácter de su protagonista, no hay momentos de introspección, ni se palpa la atmósfera de thriller de la que tanto han hablado. No podemos percibir la incertidumbre del hombre de negocios actual, que se ve obligado a elegir entre salvarse, salvaguardar a su familia, proteger su negocio o su integridad. La presencia de Susan Sarandon en el film es prácticamente una anécdota, al igual que la escena que protagoniza hacia el final de la película, en que ella chantajea a su marido amenazándole con descubrir su coartada ante la policía sino cede a sus peticiones.

El fraude

El fraude

En El fraude todo queda en suspenso, y es que el conjunto de la película acaba siendo una gran incógnita. Dirigirme hasta la playa después de El fraude y verme dentro de todo esto, me hizo sentir que era un momento realmente especial y, sin saber muy bien por qué, siguiendo a la marabunta de gente, llegué a cruzarme con Susan Sarandon. Supongo que su presencia en El fraude, como en mi primer festival, será siempre una gran anécdota. Puede sonar alucinado pero, durante unos segundos, me creí capaz de volver a sentirlo todo gracias al cine, que aquí al fin y al cabo es lo importante.
Empecé a emocionarme, y esa intensidad continúo durante el visionado de la segunda película del día, porque Bestias del sur salvaje es maravillosa y fantástica, es real y es ciencia ficción.

Cuenta su historia desde los ojos de Hushpuppy, una niña que vive con su padre enfermo en La Bañera, una población situada al sur de Luisiana que se encuentra al borde de la extinción por las continuas crecidas del río. El primer largometraje de Benh Zeitlin sigue la estela que ya iniciara con su corto Glory At Sea, donde el director estadounidense ya retrataba, aunque de manera algo más abstracta, formas de vida a punto de perderse. Glory At Sea es una propuesta que se acerca más a la tradición mágica propia de esa zona del país. Es mucho más abstracta en comparación a Bestias del sur salvaje, que se presenta más humana, más centrada en los personajes. La película tiene una primera parte trepidante. La decisión de Benh Zeitlin de optar por la cámara en mano le otorga al film una vida y una tensión continuas. Tras una tormenta, y una gran crecida de las aguas, las gentes del lugar tienen que decidir si se van o si se quedan, si cruzan el muro que separa su mundo de aquel otro mundo “civilizado” que está más allá. Si bien la historia, en palabras del director, no está especialmente condicionada por los sucesos del Katrina, sí lo está por el hecho de que hay poblaciones que han decidido seguir viviendo en lugares que podrían dejar de existir en cualquier momento. Bestias del sur salvaje de Zeitlin celebra la manera en la que estos personajes se adaptan física y emocionalmente al abismo y a la naturaleza salvaje. Todo ello, visto desde la perspectiva de Hushpuppy, que nos hace participes de una forma de ver el mundo bella y terrible, que llega a constituirse en una especie de cosmogonía donde tienen cabida a un tiempo animales prehistóricos y los más fantásticos monstruosos primigenios. La niña es la auténtica fuerza de la película, la que hace que avance, la que más lucha para salvaguardar su “hogar”, su familia, su microuniverso, del fin del mundo que está teniendo lugar.

Cuando finalizó la película de Benh Zeitlin había muchísimas ganas de entrevistarle, muchas… y no nos defraudó.

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Comenta este artículo

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>