El mundo según Monsanto

a Mirko y Simón Por Manuel Quaranta

Primero, lo primero. El título: El mundo según Monsanto. De las cuatro palabras que lo conforman, una cobra mayor importancia para mí, según. La RAE propone, entre otras, la siguiente definición: “ante nombres o pronombres personales, con arreglo o conformemente a lo que opinan o dicen las personas de que se trate”. Vista de este modo, la preposición según tendría más bien una carga relativa en cualquier oración puesto que no daría por sentando lo que se está afirmando sino que dependería de lo que el hablante cree o piensa. En el caso particular que nos concierne existe un viraje de sentido, según Monsanto significaría: la forma que Monsanto le quiere dar al mundo.

El mundo según Monsanto al ser un típico documental acciona de la siguiente manera: selecciona una serie de personajes: médicos, campesinos, científicos, políticos, etc. y los hace hablar pestes sobre supuestos manejos que la empresa multinacional de químicos Monsanto ejecuta día a día desde hace décadas.

En vistas del estereotipado procedimiento  documentalista puesto nuevamente en práctica, no me quedó otra opción que desconfiar ¿puede que unos sean tan buenos y otros tan malos? Por supuesto que no. Nadie es constantemente despreciable como para hacer todo de manera criminal como indican los entrevistados. Tomemos un ejemplo: según el documental de Marie-Monique Robin la empresa de agroquímicos fue condenada a pagar una indemnización de  700.000.000 de dólares a una población sumamente pobre y negra de los EE.UU donde había llevado a cabo sus inocuos experimentos con PBC. La reacción instintiva fue dudar. Sospechar. Deben haber acomodado las cosas para hacer que la empresa multinacional quede mal parada. La solución era inmediata, abrí el buscador y escribí dos o tres palabras clave cuya respuesta, entre miles, fue la web del diario norteamericano New York Times. Era nomás así. Monsanto condenada a pagar 700 millones de dólares por dejar un tendal de muerte en un pueblo realmente pobre del sur de EE.UU. De este modo las reticencias fueron menguando y comencé a chequear cada afirmación del documental y, peor aún, en ocasiones las denuncias de otros medios eran más graves y nuevas de las que aparecían en la producción francesa sobre un mundo gobernado por la empresa fabricante de químicos: competencia desleal, contaminación, connivencia con los gobiernos, hambre, persecución, muerte, destrucción. Este es el mundo según Monsanto. Esta es la forma que quiere Monsanto asignarle al mundo: desierto. El desierto, con Monsanto, está creciendo. Y todo por algunos vivillos –con su ejército detrás colaborando– que sólo anhelan multiplicar por millones sus ganancias. El desierto está creciendo y promete arrasar con todo y todos.

El mundo según Monsanto, en definitiva, es un documental más. Tradicional. No tiene ninguna pretensión estética. No se pregunta por las posibilidades –o imposibilidades– inherentes a este género. No se preocupa por la forma. En una palabra, no reflexiona, es decir, no vuelve sobre sí para preguntarse sobre sí. Pero a diferencia de otros documentales que tratan sobre la caída de los bancos, de banqueros estafadores, de gobernantes promiscuos, de conspiraciones terroristas, del 11 de septiembre, de ballenas o de plantas, El mundo según Monsanto trata sobre nosotros. O, quizá, con mayor precisión, el documental atañe, fundamentalmente, a las próximas generaciones, a los que  recién nacen o están por nacer; sin embargo, en este sentido, es sobre nosotros que trata dado que hoy somos los únicos responsables de que mañana un mundo –ya ni siquiera la ilusión de uno mejor– pueda ser posible.

El mundo según Monsanto

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Comentarios sobre este artículo

  1. Saul dice:

    Para que finalidad se planta soja transgenica en paraguay?

  2. Hola Máximo: dudo porque nunca doy por sentado nada y además porque es una estrategia para escribir. Mis textos siempre están atravesados por dudas y preguntas porque, en realidad, no tengo muchas certezas.
    Saludos y gracias por escribir.

  3. Hola Nicole: la verdad que no sé quién lo ha hecho. Puede haber sido Greenpeace. ¿Y quién los financia a ellos? Puede haber sido una empresa competidora. No lo sé. Y coincido en que siempre es importante averiguar ese tipo de datos. En los crédito figuran muchas empresas productoras de Canadá, Bélgica, pero no sé más que esto.
    Saludos y gracias.

  4. Maximo dice:

    ¿Porqué dudaste tanto? La documental es muy buena y no se saltea casi ningún paso y te permite ir contrastando la información tú mismo a medida que la divulga.
    Es excelente y por algo es como la Biblia de los que queremos luchar por un mundo menos contaminado con personas mas conscientes de sí mismas y su entorno.
    Saludos

  5. Nicole dice:

    Hola.
    TE felicito por el trabajo que te diste en analizar el documental, y tengo una pregunta. Sabes quién financió el documental? No tengo ninguna tesis detrás de esta pregunta, pero siempre es bueno saberlo. Gracias.

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