La Mami
Las causas nobles Por Matias Colantti
“Los hombres solo sirven para dos cosas: Para nada y para dar dinero” sentencia la «Mami» (Olga) en un momento particular de la película y lo deja como concepto de enseñanza para las mujeres que la escuchan a diario en el cabaret donde trabajan con ella.
La mami (Laura Herrera Garvín, 2019) tuvo un paso triunfal por la edición del Festival D’A de Barcelona con una mención especial del jurado y la crítica en su participación de la sección “Talents”. Una obra documental que permite conocer las historias de mujeres fuertes y luchadoras que se ganan su vida a diario en un histórico cabaret de la Ciudad de México.
Laura Herrera Garvín es la autora, una documentalista que está afianzando su trayectoria en la producción de no ficción. El precedente exitoso es su ópera prima El remolino (2016), un documental que pasó por secciones competitivas de varios festivales y ganó en el DocumentaMadrid y la Semana de la crítica del Festival de Locarno.

El «Barba Azul» es el lugar elegido por Laura Herrera para contar estas historias. Un cabaret que se convirtió en una leyenda urbana de México (vigente desde 1950) y ha albergado a cientos de mujeres en el trabajo de «ficheras» o «damas de compañía». Este trabajo está delimitado por la tarea de acompañar a los hombres que asisten al lugar con la intención de que consuman bebidas alcohólicas y que pasen un buen rato, principalmente bailando en la pista del salón principal. En palabras de la «mami»:
“Somos damas compañía y trabajadoras sociales. Trabajadoras sociales porque acompañamos a los más refinados, educados y de clase alta hasta el más patán”.
La mami tiene como protagonista a Olga, una mujer que ha pasado muchos años en el cabaret cumpliendo con diversos trabajos hasta asentarse en el vestuario de mujeres, cuidando sus bolsos y manteniendo la higiene de todo el lugar.
Olga es considerada la “mami” no solo por el lugar histórico que protagoniza como mujer que ha pasado gran parte de su vida trabajando allí, sino que su vasta experiencia es una fuente de confianza y protección para todas las mujeres que transitan por las noches del cabaret. Una mujer con el suficiente recorrido para dar los consejos necesarios y las definiciones útiles para sus compañeras.

La trama central pone el foco en el rol de «La mami» pero en particular puesto en el vínculo con «Priscila», una mujer que llega desde Tijuana, tiene a su hijo internado en el hospital de la Ciudad de México y decide trabajar allí para conseguir el dinero necesario para afrontar los gastos que implican el tratamiento clínico. Una causa noble dice «La Mami», que en un momento le cuenta que valora su presencia en el lugar porque le hace recordar a ella cuando comenzó en el cabaret: «Yo también inicié aquí por mis hijas”.
Y así como sucede con “Priscila”, todas las mujeres tienen sus causas, y todas están relacionadas a luchar por el sostenimiento de su familia, en realidad por la crianza de sus hijos. Las voces que ocupan el relato son de trabajadoras que a la vez son madres y se esfuerzan diariamente por el bienestar de ellos. El documental se posa sobre esta temática sin ningún tipo de bajada de línea, deja que sus personajes cuenten sus historias. Historias de marginalidades y luchas.

La realizadora expone estas historias a través de una adecuada estrategia narrativa: En La mami existen dos mundos. El del vestuario y el salón de baile. El movimiento de las mujeres por ambos mundos nos muestra en carne viva las experiencias que atraviesan y cómo el vestuario se nos presenta como una especie de refugio. Un lugar seguro y cómodo donde doña Olga siempre está para la palabra justa o solo para brindar un manto de protección en silencio.
La mami es un documental excepcional y con un fuerte compromiso humano. Un relato de mujeres increíbles que reflejan una admirable fuerza de lucha, y que sobre todo son capaces de enfrentar la adversidad con gran entereza y dignidad. Los valores necesarios que motorizan la lucha por sus causas.