The Neon Demon: La belleza es lo único

Por Montse Rovira

Beauty is the only thing that time cannot harm. Philosophies fall away like sand, creeds follow one another, but what is beautiful is a joy for all seasons, a possession for all eternity.Oscar Wilde

Rojo, azul. Ambos alternándose en los créditos iniciales, con la inquietante música de Cliff Martínez como fondo. El fuego, el calor, la revolución, la pasión, la acción y la fuerza, frente a la inteligencia, la confianza, la serenidad, la eficiencia, la lógica, la reflexión y la calma. Pero también en negativo, la transmisión de sensaciones de peligro, desconfianza, destrucción, tensión, desafío, crueldad y rabia, a un lado, al otro, la frialdad, la falta de emociones, la indiferencia y la esterilidad. El simbolismo del color es de los más conocidos y conscientemente utilizados, la ambivalencia del rojo y el azul no nos abandonará en toda la película, unidos desde el inicio en la figura de Jesse. Muñeca vestida de azul y con un ensangrentado maquillaje que recorre los puntos visibles de su piel, aparece en el primer plano del filme (toda una premonición), caída sobre un diván como las niñas de Balthus.

Es La chambre la pieza de Balthus que nos trae a la mente esta obertura. En el lienzo, uno de los más dramáticos del pintor, nos encontramos con una púber desnuda, reclinada, en una pose tan sensual como casi imposible, sobre una chaise longue. Sorprendida en su intimidad por un brusco descorrimiento de la cortina que proyecta un haz de luz amarillenta que hiere las sombras. El cuadro parece contener una advertencia, no la despiertes, no la profanes en su belleza íntima, en su inocente impudor. Las similitudes entre Balthus y Winding Refn no son meramente formales, ambos nos traen una mirada limpia sobre la inocencia previa a la irrupción de la ley y la muerte, el hechizo sin pecado de la infancia que acaba. Jesse y las niñas balthusianas poseen la imagen fascinante de quien no acaba todavía de reconocer en qué se ha convertido. El pintor y el cineasta quieren capturar ese momento en el que la belleza ya apunta al despertar de lo morboso, pero aún no se sabe impúdica. Nínfulas que aún son ángeles, ángeles que ya son nínfulas.

La chambre Balthus

La chambre de Balthus

«Si alguna cosa da valor a esta vida, es la contemplación de la belleza absoluta» escribe Platón. Y lo enuncia desde el ideal griego que la identifica con la bondad: Kallos kai Agathos (καλὸς κἀγαθός), lo bello es bueno, lo bueno es bello. También la de esa (casi)niña llegada de Georgia a la ciudad de los sueños (y los juguetes rotos) es la beldad de la pureza, de lo incorrupto, de la virtud. Y tememos por ella, asediada como está por la bestia. El puma que se cuela por la ventana de su habitación del motel que, siendo real, se nos antoja metafórico. Porque, en verdad, parece envuelta por una multitud de felinos. Las “panteras” que la rodean (o mejor la acorralan) en el baño, en esa fiesta que la pone de largo en el mundillo de golpes bajos que es la moda. El “tigre” que regenta el motel, siempre dispuesto a cazar y devorar las carnes púberes que llegan allí pensando que se van a comer el mundo; el pederasta, una de las máscaras del demonio. Los “leones” de la pasarela, agencias, fotógrafos, modistos, que semejan Mefistófeles prestos a poseerle el alma. Esos son los peligros que la entornan y, sin embargo, ninguno de ellos le arrebatará su inocencia, la verdadera amenaza anida en ella, su auténtico demonio será el envanecimiento.

Jesse no es una aspirante como lo fuera Eve Harrington en el clásico de Mankiewicz, no hay en ella el anhelo de destronar a ninguna diva. Ella está por encima, no es atraída por, sino que ella es el atractivo que los demás ansían. Y lo sabrá. Lo verá en las miradas que la contemplan. Lo verá en los espejos que le devuelven su imagen. Sobre todo en los espejos. Junto a uno de ellos se obrará su transfiguración. Veremos ante nuestros ojos transformarse el reflejo de su mirada, desde el candor a la malicia (soberbia Elle Fanning mudando su personaje con la simple, y tan complicada, interpretación de sus ojos). En una contemplación absorta, prendada de sí misma hasta besarse en el cristal reflectante. Idéntica a Narciso enamorado de su imagen reflejada en un estanque.

Es su caída en el narcisismo la que despierta a la Némesis. Sobre el trampolín, ante una piscina vacía, profiere su proclama y sentencia su destino. Sus rivales, hijas de la envidia, serán las que oficien la ceremonia, ¿acaso para salvarla de ella misma y hacer suya su esencia todavía inmaculada? Porque ha perdido la inocencia, pero no su pureza. Ataviada como una virgen preparada para el sacrificio, saltarán sobre ella como ménades furiosas para comulgar de su cuerpo y de su sangre (comunión que intuimos, pero no vemos, en una elegante elipsis que aumenta la intensidad del macabro dramatismo de la escena).

The Neon demon Elle Fanning

¿Hemos asistido a la liturgia de un aquelarre o a la de una misa? Probablemente el rito ha participado de la naturaleza de ambas simultáneamente. Y es que el ideal de belleza que vertebra el filme no es el griego (como pudo parecernos), sino el del Baudelaire de Las Flores del Mal. Poeta maldito, rompe con la milenaria tradición poética al considerar que a la belleza se la puede aspirar (y sólo aspirar porque de sí es inalcanzable) tanto en lo excelso como en lo infame. Ella es anterior al mundo escindido en el que viven los hombres, por eso contiene en su seno los contrarios conjugados entre sí, antes de su oposición. Así la belleza se muestra ambivalente (igual que ambivalente es Jesse), como surgida del abismo y de los astros. Diabólica y divina. Azul y roja. Pero a la vez exclusiva fuente de sentido. La belleza no es todas las cosas, la belleza es lo único.

De Satan ou de Dieu, qu’importe? Ange ou Sirène,

Qu’importe, si tu rends, — fée aux yeux de velours,

Rythme, parfum, lueur, ô mon unique reine! —

L’univers moins hideux et les instants moins lourds?

Charles B

Share this:
Share this page via Email Share this page via Stumble Upon Share this page via Digg this Share this page via Facebook Share this page via Twitter

Comenta este artículo

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

You may use these HTML tags and attributes: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>