Under the shadow

El terror está ahí fuera Por Domingo López

Desde que la moda del J-Horror se agotara, el cine de fantasmas parece haberse estancado en una zona de confort en la que la originalidad brilla por su ausencia y la única oportunidad para despertar a la platea de su letargo es mediante los habituales impactos sonoros. No voy a ser yo quien meta a todos en el mismo saco, desde luego no es lo mismo un Insidious (James Wan, 2010) que un Nunca apagues la luz (Lights Out, David F. Sandberg, 2016) pese a que ambas vayan dirigidas al mismo público. Por eso, siempre es de agradecer alguna que otra vuelta de tuerca a los clichés del género, especialmente cuando aparece una película que nos sitúa en una situación de terror real para que, cuando llega el terror de lo imaginario, el camino ya esté preparado para poner los pelos de punta a la audiencia.

Esta cinta iraní, del debutante Babak Anvari, autor de diversos cortometrajes, nos transporta al Teherán de los años 80, en plena guerra Irán-Irak, cuando el régimen de los ayatolás radicales eliminase las libertades al estilo occidental propias del país, sumiéndolo en una época de terror y opresión de su pueblo. En este contexto, una familia de clase media intenta vivir al margen de las nuevas restricciones (la madre es fan de las cintas de aerobic de Jane Fonda, todo un icono pop de la década) mientras el conflicto se intensifica y con él, los bombardeos sistemáticos de la capital. Cuando el padre, médico, es destinado a una zona de conflicto, la madre se queda con la hija pequeña en un bloque de apartamentos que es paulatinamente abandonado por sus habitantes. Aunque cada vez quedan menos vecinos en el edificio, la niña empezará a tomar contacto con extrañas presencias, cada vez más agresivas.

Under the shadow

Al contrario de lo que suele suceder en el cine de este subgénero, la película se toma su tiempo para situar al espectador en el aspecto socio-político que viven los personajes, tomando conciencia de una amenaza inminente, cercana y real. Las huidas a los sótanos, convertidos en refugios antiaéreos, se convierten en rutina cotidiana, así como las lluvias de misiles o los encuentros con la restrictiva y peligrosa policía del régimen, encargada de velar por el cumplimiento de las normas antioccidentales. Si bien el Irán de hoy es menos restrictivo que en los años de Jomeini (aunque le quede mucho camino por recorrer todavía) sí que la incertidumbre hacia la muerte podemos trasladarla hoy a países vecinos como Siria, en los que el terror es moneda de cambio diaria para unos habitantes que, hasta no hace mucho tiempo, vivían sus vidas de un modo muy similar al nuestro.

En esta situación, mientras la madre se preocupa de la amenaza que llega del mundo tangible, la niña comienza a entrar en contacto con unas entidades paranormales, unos mitos del folklore árabe llamados djinn, los genios de los cuentos de las mil y una noches, unas criaturas sobrenaturales que pueden tener un carácter benigno o demoníaco, como parece ser en este caso concreto. Pero la criatura no llegará sola.

Under the shadow 2016

Resulta algo desconcertante que, pasados los momentos de introducción, filmados de un modo mucho más cercano al cine de autor, la película opte por adoptar un estilo bastante más cercano al occidental, siguiendo sin tapujos los patrones del género al estilo del cine comercial, aunque demostrando mucha más habilidad a la hora de dosificar los escalofríos y sustos en la platea que muchas producciones similares norteamericanas. No es que la cinta deseche los mecanismos más efectistas del cine fantasmal (como los mencionados efectos rompetímpanos), sino que recurre a ellos en contadas ocasiones, después de construir una atmósfera que nos ha sumido en un estado de intriga e inquietud continua.

La niña, heredera de personajes similares, como aquella protagonista infantil de Poltergeist (Tobe Hooper, 1982), es culpable de no pocos momentos de pavor, a lo que ayuda la estrecha relación que mantiene con su muñeca de trapo. Pero esta película no es Annabelle (John R. Leonetti, 2014), ni The Babadook (Jennifer Kent, 2014) (por mucho que algunos críticos se empeñen en compararlas, buscando los lugares comunes), Under the Shadow es una de las mejores cintas fantasmales de los últimos años, una película que, por fin, nos hace pasar miedo. De verdad.

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