VidaExtra, El modelo y Patrimonio Nacional
Por Jose Cabello
La Casa Encendida acogió el sábado 21 de diciembre la clausura de la tercera edición de Márgenes con la proyección de la última película del director español Juan Cavestany, Gente en sitios, fuera de competición. Pero antes, entre el martes y el miércoles de esa misma semana, la Cineteca aún seguía proyectando diferentes trabajos que competían por el premio a la Mejor Película. El martes, VidaExtra finalizaba, junto con Falsos Horizontes, la otra fracción del compromiso político recogido posteriormente en la filosofía 15M. Una visión complementaria pero mucho más intimista que decide retratar la inactividad política desde dentro, entendiendo VidaExtra como una endoscopia ante la falta de dinamismo de los individuos que deliberadamente decidimos reemplazar la movilización social por el vespertino encuentro, anexado de divagaciones improductivas para arreglar el mundo, en torno a una mesa y una bolsa de pipas.
De esta forma, Ramiro Ledo simula una extensa conversación grabada el día después de la manifestación en Barcelona que, con motivo de la Huelga General, sentaría precedente al posterior estallido del 15M. El director utiliza la figura de cinco amigos que, sentados frente a la cámara, rebosan rabia tras la revuelta y las represalias policiales, estableciendo un paralelismo temporal con la Internacional Situacionista, considerada una de las principales precursoras ideológicas del Mayo del 68. La conexión se establece deliberadamente: en ambas fechas parece respirarse el mismo aire de cambio social y, coincidiendo también con otro punto de inflexión en la Historia de este país, el edificio elegido para comenzar a organizar este levantamiento intelectual es el mismo ocupado por los últimos golpistas que se negaron a adoptar la democracia.
El metraje y el sonido complican la tarea de identificar quién opina qué en el círculo de amigos, pues tanto la imagen, reproducida de atrás hacia delante, como la voz, de comienzo a fin, caminan en sentido contrario durante toda la cinta. Sería interesante saber en qué punto coinciden para volver a desligarse. Con este método, se recoge el terror que actualmente se tiene a que se nos reconozca abiertamente o se nos ligue a un tipo de ideología. Así mismo, la propia tertulia se hace eco del miedo de los jóvenes ante los despidos en sus respectivos trabajos por apoyar la Huelga General. La caza de brujas del neoliberalismo, sustentado por las condiciones del mercado de trabajo. Ante una propuesta tan revolucionaria, en forma y contenido, la escasez de ambición echa en falta más garra para debatir la posición de injusticia sufrida por alguno de ellos, pero mitiga esta carencia la canción final que alberga, a modo de resumen, gran parte de la filosofía de VidaExtra.
VidaExtra
El punto final al festival lo pusieron dos mediometrajes: El modelo y Patrimonio Nacional. El primero, recoge el nuevo modelo de sociedad basado en el neoliberalismo salvaje, un neoliberalismo que no solo afecta al ámbito económico sino que también daña colateralmente las relaciones en las que se desarrolla la sociedad. A través de este experimento, Germán Scelso exhibe a un mendigo, que pide limosna en la calle, sometido a su voluntad para que el pedigüeño actúe como un mercenario a las órdenes y caprichos del realizador. El poder ejercido por el “otro”, en este caso un poder económico, ya que Germán retribuye generosamente al mendigo por cada acto que cumple, retrata con un magnífico símil la sumisión actual en una economía de mercado donde el dinero marca el ritmo de vida fustigando a latigazos a aquél que no entra en el juego. La parábola sobre el poder y el reflejo social alcanza su cota más alta cuando el mendigo posa delante de una pared mientras la imagen del hombre de Vitruvio se proyecta sobre él, confrontando el ideal de ser humano con la figura de Jordi, una silueta con el brazo y la pierna prácticamente inservibles fruto de un aislamiento brutal.
También Patrimonio Nacional puede considerarse un experimento por construir un ensayo en torno a uno de los bienes más controvertidos que custodia Patrimonio Nacional: El Valle de los Caídos. La obra de Jean Castejón se divide en tres partes: pasado, antes de la aparición del monumento; presente, durante la edificación y futuro, todo aquel tiempo posterior desde la muerte de su autor, Franco. Tanto la reconstrucción de la montaña vacía donde más tarde se colocaría el enorme mausoleo, como el acopio de imágenes pertenecientes a archivos de la Dictadura, reciben un acertado tratamiento pues se limita a plasmar los acontecimientos ocurridos. Mucho más difícil le resulta a Jean intentar adivinar que depara el futuro a un monumento símbolo de una masacre civil que ni siquiera los historiadores podrían vaticinar. Así pues, se recurre a la ficción para iniciar una excursión de la mano de tres adolescentes que lejos quedan de entender qué personifica la cruz gigante en mitad de la nada. La pérdida de la ideología de estandartes como el Valle de los Caídos tendrá unas consecuencias atroces para una sociedad que ha borrado su memoria histórica.
Patrimonio Nacional
El jurado compuesto por Lois Patiño, Belén Golpegui y Sonia García López otorgan el premio a la Mejor Película a la argentina Fango, por dinamitar los lugares comunes de las convenciones cinematográficas a la vez que da voz a los habitantes de una zona desfavorecida, todo en un tono trash. La Mención Honorífica del Jurado fue para VidaExtra por arremeter contra lo utópico del mundo político. Por último, la Mención Especial del Jurado fue para Corta, quedando homenajeados así los corteros colombianos. Márgenes, en su tercera edición, se despidió con una programación seleccionada al milímetro, cerrando filas en torno a una voz común y al único mensaje desde el que brota esta propuesta: los márgenes. Aquellos cambios que comienzan a orillas de la sociedad pero que tras la fase inicial de exploración configuran los motores que alimentan la evolución.